El jueves. Para unos, fue el jueves de la semana pasada el día en el que la situación se agravó. Desde entonces, las bolsas de basura de algunos vecinos de Yerba Buena amanecen donde las dejan: en las puertas de sus casas. Y ahí se amontonan. A modo de ejemplo, están los habitantes del barrio Batalla de Tucumán, situado al norte de la avenida Perón, quienes dicen que la recolección en esa zona casi no se realiza.
“Directamente, por aquí no pasa el camión. A veces, nosotros cargamos las bolsas y las llevamos al primer cesto que encontramos sobre la avenida ¡Es una vergüenza! Nadie sabe ni los días ni los horarios de la recolección”, cuenta Eugenia Paz.
Sabrina Herrera -de la calle Aragón al 600- asegura que, por allí, el recolector transita a diario. Incluso, hasta tiene un horario fijo. Pero luego agrega un detalle a su relato: “me imagino que influye la presencia del intendente, Daniel Toledo, quien vive cerca”.
Luciana Valiente -de Ituzaingó al 300- se queja por la ausencia del camión verde. “Mi jardinero viene los miércoles, y tengo bolsas afuera desde hace tres semanas”.
A María Carolina Gallo no la visita el basurero desde hace 15 días. Y eso que vive en el casco de Marcos Paz, a metros del Boulevard 9 de Julio. El viernes último, su marido tuvo que cargar los costales en el auto y partir en busca de un vehículo recolector, para entregárselos.
“Es un desastre”, prosigue Lourdes Navarro Luna -del barrio Marti Coll-. Según ella, la prestación se efectúa en ese sector apenas dos veces por semana. “Tenés que estar adivinando cuándo vienen. Además, jamás vi un barrendero en las calles”.
Por último, Lily Torres -del barrio Horco Molle- cuenta que ahí cumplen con el itinerario día de por medio.
En resumen, según las versiones de estos y de otros ciudadanos, que se publicaron en la edición de ayer de LA GACETA, el servicio de recolección de residuos domiciliarios es irregular en esa ciudad. Justamente, ayer al mediodía, los concejales opositores Mariano Campero y Javier Jantus presentaron, de modo conjunto, un pedido de interpelación al secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Julio Herrera Piedrabuena.
Los ediles fundamentan su solicitud en las “reiteradas quejas de los vecinos” y en las falencias en la prestación. Además, requieren que Herrera Piedrabuena se presente con el contrato entre la intendencia y Servicios y Construcciones La Banda, la empresa que tiene a su cargo la adjudicación desde 2003, puesto que el texto vigente -dicen- jamás fue puesto a consideración del Concejo Deliberante, pese a que lo solicitaron “en varias oportunidades”.
De hecho, el gerente de esa compañía, Mario Criado, declaró que los camiones contratados por la Intendencia son insuficientes, y que por ello la recolección no se efectúa con regularidad. Los gobernantes municipales, en cambio, argumentan que los recolectores transitan por todo el territorio de lunes a sábado. No obstante reconocen que durante el verano pueden haber surgido algunos inconvenientes, y añaden que los ciudadanos contribuyen a la formación de basurales clandestinos, puesto que les entregan sus desperdicios a los carreros.
Y así, mientras los responsables cruzan versiones, los habitantes siguen reclamando para que los servicios esenciales funcionen con normalidad.